El alcalde, en una fotografía reciente.

A lo largo de cuatro años se han sembrado las bases, afirma el regidor isleño, José Loaiza, de aquello que su equipo de gobierno recolectará durante la nueva legislatura que espera poder encabezar tras las próximas municipales.

“Pese a estar en la peor situación económica, y aún con las trabas interpuestas desde la órbita autonómica, tenemos la clara intención de devolver a San Fernando el lugar que le corresponde dentro de la Bahía”.

Con esta premisa comenzaba la ronda de preguntas sobre diversos temas de actualidad que El Castillo de San Fernando formuló al alcalde esta semana para conocer de primera mano cuál es su proyecto de ciudad en caso de repetir mandato durante los próximos cuatro años. Y para abrir boca, afirma sentirse especialmente orgulloso con el logro que ha supuesto la permanencia del CEFOT-2 de Camposoto. Una gran noticia que, pese a haber sido comunicada formalmente hace pocos días, “lleva un intenso trabajo tras de sí por parte del equipo municipal, que lo ha dado todo porque La Isla no sufra otro mazazo a su economía”. Aplaude, asimismo, la gran movilización ciudadana generada a raíz del posible cierre de este organismo, “signo inequívoco del respaldo social a nuestro compromiso”.

Son muchos los logros sociales y económicos de los que el alcalde de San Fernando dice sentirse orgulloso. Modernización de las vías administrativas, optimización del gasto público, centralización del presupuesto o el ahorro de un 40% en contrataciones son algunos ejemplos, sin obviar, por supuesto, las partidas destinadas a emergencias sociales y, ante todo, “asentar las bases del crecimiento con el desbloqueo de contenciosos históricos para esta ciudad, como es el caso de la conversión pública de San Carlos o la desafectación de los terrenos de Punta Cantera y Janer”.

Y siguiendo con la Cultura, alude Loaiza al sueño de muchos años que se ha materializado tras la firma del convenio con la familia de Camarón de La Isla. La adquisición de su casa natal, que iba a ser derribada, o el futuro museo del Flamenco a instalar en la casa Lazaga. Es consciente de que esta última decisión ha levantado críticas -también aplausos-, debido a las diferentes características de ambos bienes culturales, material e inmaterial, pero el alcalde tiene claro que “continente y contenido pueden ser compatibles pese a su naturaleza dispar”, pues, “¿cuántos palacios antiguos acogen en su interior colecciones pictóricas contemporáneas?”. “La historia de la familia Lazaga tendrá su sitio allí, porque es necesario que la gente sepa dónde está una vez pasado el umbral del palacio”, apostilla convencido del atractivo turístico que supondrá la fusión de un palacio del siglo XIX con un centro contemporáneo dedicado al Flamenco.

La puesta en valor, por parte de inversores externos, de este referente histórico y arquitectónico de la ciudad -una de las propuestas defendidas desde la oposición- es algo “inviable” debido a que “las condiciones de su adquisición no ofrecen otra alternativa a su uso que la de equipamiento público, incluso existe riesgo de reversibilidad en caso de no cumplirse tal condición”, declaró Loaiza a este medio digital, alegando además que “el PA permaneció muchos años al frente de la Alcaldía para poner en marcha alguna de las iniciativas que ahora reivindican, y, sin embargo, no lo hicieron”.

Rehabilitación del Ayuntamiento y Castillo de San Romualdo

Sin olvidar el Patrimonio Natural, y el plan de reactivación de sus recursos postulado desde el Ayuntamiento, era necesario preguntar al alcalde por la problemática en torno a la rehabilitación de la Casa Consistorial. Ya se sabe que desde la oposición se achaca la falta de claridad al gobierno municipal a la hora de decantarse por el proyecto preexistente, éste mismo por fases, o uno nuevo. Loaiza declara que “tras acometer unas obras de emergencia, imprescindibles para evitar las filtraciones que desde hacía años ha sufrido el edificio”, la decisión está tomada. El regidor isleño apunta que tras presupuestar de nuevo a la baja el proyecto original que ascendía a los casi veinte millones de euros, consultó la opinión de especialistas para dar como resultado un nuevo plan de rehabilitación de ocho millones -menos de la mitad de lo inicialmente previsto-, y que ante la negativa de la Junta a este último planteamiento, “hemos optado por retomar el anterior ajustado a doce millones, que es el que se irá desarrollando de manera faseada”.

Ante las protestas de la oposición por un Castillo de San Romualdo exento de un plan de contenidos concreto, el alcalde lo tiene claro: “mis tiempos me los marco yo, pausadamente y jugando sobre seguro”. Tiene claro que “los isleños podrán gozar de la fortaleza como equipamiento cultural, expositivo, y con interesantes iniciativas a celebrar en su patio central”, proyectos en los que afirma estar trabajando desde hace mucho tiempo para sorprender a los ciudadanos, quienes, de momento deberán conformarse con una inminente jornada de puertas abiertas para comprobar con sus ojos el avance el resultado de las obras de adecuación.

Pero el esfuerzo del Ayuntamiento por incentivar la Cultura y el Patrimonio Histórico de la ciudad no queda ahí. Las negociaciones con Defensa para permitir visitas guiadas al Real Observatorio, la apertura diaria del Panteón de Marinos Ilustres o el próximo traslado del Museo Naval a las dependencias de Capitanía son otros de los logros que, según aifrma, se deben al equipo municipal de gobierno, “comprometido con hacer de la calle Real una ruta turística y cultural verdaderamente atractiva, que además incentive la economía”.

Son muchas las cuentas pendientes que quedan por materializar en materia de empleo y compromisos para con la ciudadanía. Ejemplos de ello son el nuevo centro escolar que en teoría vendría a solventar las carencias de los CEIP Andalucía y Manuel de Falla, la culminación del ambulatorio de Camposoto o la construcción de los nuevos juzgados, pero la respuesta del alcalde es clara: “la Junta no sólo no ha hecho nada por cubrir tales necesidades sino que, además, ha abierto nuevas brechas con la supresión, por ejemplo, del programa de orientación laboral”.

El tren tranvía y la calle Real

El Castillo no podía concluir la entrevista sin preguntar al alcalde por su valoración respecto a la obra del tranvía, el proyecto como plan global, y los resultados desde una perspectiva particular. Estos últimos, muy cuestionados por la ciudadanía en general y cuyas deficiencias, según el PSOE, responden a la mala praxis del Ayuntamiento. En concreto, a cambios de último momento en torno a la solería y a la excesiva permisividad con los vehículos que circulan sobre este asfaltado. “Los coches que transitan por la calle Real son menos de los que admite el proyecto”, sentencia el alcalde, añadiendo además que “el problema de Real no se debe a los materiales empleados sino a la mala ejecución de la obra”.