Cartel de la iniciativa.

La solidaridad se hace un hueco en el café cultural La Buhardilla para que ningún niño isleño carezca este año de material escolar.

Como cada otoño, empieza un nuevo curso escolar. Un nuevo reto para muchos alumnos que continuarán obteniendo excelentes resultados académicos, y una segunda oportunidad para tantos otros que el pasado año se despistaron. Una nueva fase en la vida de todo colegial, para formarse, para aprender, para hacer nuevos amigos, pero también para sus padres, quienes de nuevo, y en un contexto de crisis cada vez más acuciante, deberán hacer frente al pago de material escolar. Libros, cuadernos, lápices o uniformes, cuyos costes conjuntos crecen hasta llegar a cifras desorbitadas que para muchas familias son sencillamente inasumibles.

Esta escasez de recursos no es un invento de la televisión, ni competencia exclusiva de los países del tercer mundo. Aquí mismo, en San Fernando, se dan numerosos casos de familias donde los progenitores han tenido el mal fario de quedarse desempleados. Casos en los que hacer frente a las deudas, las hipotecas y a tantas bocas que alimentar, si además hay hijos de por medio, suponen una lucha diaria contra viento y marea.

Por suerte existen negocios y particulares que, aunque incapaces de revertir la difícil situación, sí ponen su grano de arena para que estos ciudadanos puedan aliviar sus cargas momentáneamente. Es el caso de La Buhardilla. El local cultural por antonomasia en La Isla es de sobra conocido por invitar a los mejores escritores de San Fernando y del resto de la provincia a que presenten su obra escrita en un ambiente cálido como pocos. Ahora sorprenden con una nueva y, a la vez, encomiable iniciativa solidaria enfocada precisamente a la recogida de material escolar que aliviará las necesidades de familias sin recursos. Bajo el eslogan 'NO LE DEJES SIN SUS HERRAMIENTAS, LA FANTASÍA Y SU MATERIAL ESCOLAR' e ilustrada con una impactante ilustración de José María Pecci, la propuesta permanece activa en esta céntrica cafetería para que todo aquel que lo desee pueda pasar por allí y ceder lo que buenamente desee.

Y es que si de algo pueden presumir los isleños no es otra cosa que su carácter solidario. Muestra de ello es el gran número de materiales que hasta el momento se han logrado acumular y, posteriormente, repartir, entre los escolares que más lo están necesitando.