Imagen extraída de Internet.

Si algo ha traído de la mano el siglo XXI, eso es la revolución del mundo multimedia en todas sus vertientes, y con ello, la proliferación de páginas web, de medios de comunicación y soportes de cualquier temática que facilitan el acceso a la información desde cualquier punto del planeta.

Hoy día cualquier persona está capacitada para abrir y mantener su propio espacio en la web en lo que podría denominarse la 'democratización' de la información. Un arma de doble filo ya que, aunque se fomenta el periodismo ciudadano exento de presiones políticas y comerciales, también se da una avalancha de contenidos que no siempre es fácil filtrar a la hora de obtener algún dato. Un problema que se extiende al ámbito del diseño, ya que en el 'todo vale' de Internet es completamente necesario adoptar una imagen profesional, diferenciadora. Una imagen corporativa que vaya en consonancia con la calidad de los contenidos de la iniciativa a poner en marcha.

Eso es, precisamente, un dominio donde los conocimientos en programación y/o diseño no son imprescindibles para obtener el espacio web que el usuario siempre ha tenido en mente. Por suerte, existen plataformas profesionales en el ámbito del diseño web. Estas empresas empresas, como se puede ver aquí, ofrecen diversos aspectos visuales adecuados al reclamo a la hora de atraer lectores, de captar compradores para hipotéticos negocios virtuales o, simplemente, usuarios en busca de entretenimiento. La existencia de plantillas para dar con el acabado que mejor se ajusta al espíritu del proyecto garantizan el éxito de un aspecto tan importante como el producto a acoger entre sus píxeles.

La era del papel está ahora en detrimento de un mundo online con infinitas posibilidades donde cualquiera puede poner en marcha su propia iniciativa mostrando así su cualificación, por ejemplo este medio, periódico local de San Fernando, actualizándose 24 horas con una única edición y de manera online. Sin olvidar la sensibilidad a la hora de elegir diseños lo suficientemente atractivos como para hacer del nuevo espacio un entorno acogedor, tan familiar como los soportes tradicionales pero con todas las prestaciones propias del contexto virtual.