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La tarde-noche del sábado en La Buhardilla se convertirá en una oda al optimismo gracias a la visita de Miguel Redondo Rosillo, más conocido como 'Miguelón', a partir de las ocho y media.

Este cordobés afincado en San Fernando, luchador como pocos, presentará una obra autobiográfica titulada 'Apostando por vivir en igualdad'. Debido a un fatídico accidente de tráfico que el autor sufrió hace algunos años, éste vive hoy con las limitaciones que conlleva una silla de ruedas, pero a diferencia de la negatividad que lógicamente arrastra la mayoría de las personas que han vivido algún acontecimiento similar, Miguelón ha sabido continuar extrayendo todo el jugo a la vida. Es por eso que no quiere privar al mundo de sus secretos para alcanzar la felicidad, y lo más importante, aprender a conservarla pese a las desavenencias del destino.

La obra podría catalogarse a caballo entre la autobiografía y la autoayuda, dado que no sólo abarca los acontecimientos posteriores al cambio tan radical que le sobrevino, sino también experiencias y anécdotas vividas antes del accidente. Con este revelador repaso a su vida, Miguelón pretende lograr que todos esos compañeros de batalla a quienes sus palabras logren llegar, aprendan a valorar todo aquello que siguen teniendo a pesar de que, en ocasiones, los árboles les impidan ver el bosque. Tesón y constancia han sido las claves en este duro camino que aún hoy recorre, y donde lo más duro es, sin duda, el obstáculo de la desigualdad social. "Una lucha diaria contra la que nunca se cansará de lidiar", afirmaría con contundencia.

Redondo tiene claro que, pese a estar más limitado físicamente de antes, continúa estando igual de vivo y, por lo tanto, tiene o debería tener el mismo peso en sociedad que el resto de los individuos sin discriminación alguna, positiva o negativa. Usuario del CRMF de San Fernando -Centro de Recuperación de Personas con Discapacidad Física- puede presumir de independencia plena tras tomar la decisión de alejarse de su familia para no acapararlos ni sentirse acaparado. "Dos meses en coma profundo y cinco años en el hospital no fueron, ni mucho menos, el fin de mi vida, sino el inicio de la nueva fase que hoy vivo en plenitud".