23 años luchando por la sobriedad del pueblo isleño y contra el alcoholismo
El grupo Humildad, de Alcohólicos Anónimos, celebra el próximo sábado día 11, a las 18:30 horas, una reunión abierta donde varios de sus miembros darán testimonio público de su experiencia con el alcohol y posterior recuperación. Y lo hace en el 23 aniversario del grupo, que ha logrado que muchos isleños se recuperen de su alcoholismo que consideraban incontrolable.
¿QUÉ ES ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS?
A.A. es una comunidad de hombres y mujeres que han descubierto y admitido que no pueden controlar el alcohol. Han aprendido que deben vivir sin beber si quieren evitar el desastre para ellos y los que dependen de ellos.
En grupos locales en miles de ciudades, son parte de una agrupación internacional con miembros en más de ciento cincuenta países. Alcohólicos Anónimos tiene un solo propósito: conseguir la sobriedad de sus miembros y ayudar a los que soliciten su ayuda, a fin de que obtengan y conserven la suya.
No pagan honorarios ni cuotas. Nadie puede cobrar nada en nombre de A.A. Se mantienen con sus propias aportaciones y no aceptan ayudas externas.
No están afiliados a ninguna secta, religión, partido político, organización o institución alguna. No respaldan ni se oponen a ninguna causa. Su objetivo, ya mencionado, es mantenerse sobrios y ayudar a otros a conseguirlo. El único requisito para ser miembro de A.A. es simplemente el deseo de dejar la bebida. Para ello, se basan en sus propias experiencias y la ayuda de un programa sugerido de recuperación del alcoholismo.
¿CMO SE FUNDÓ?
Al igual que otros muchos descubrimientos, Alcohólicos Anónimos se creó casualmente.
La asociación tuvo sus comienzos en Akron (USA), en 1935, cuando un agente de bolsa de Nueva York que había logrado permanecer sobrio por primera vez en varios años, buscó a otro alcohólico y se le dio la dirección de un médico de la localidad. Trabajando juntos, descubrieron que su capacidad de permanecer sobrios parecía estar muy relacionada con la cantidad de ayuda y estímulo que pudiesen darle a los demás alcohólicos.
De esta forma se inició una lenta cadena, que en 1.939, con la publicación del libro “Alcohólicos Anónimos” y la ayuda de amigos “no alcohólicos”, comenzó a llamar la atención tanto en este país como en el exterior.
¿POR QUÉ ANÓNIMOS?
El anonimato es la base espiritual del programa de Alcohólicos Anónimos, anteponiendo siempre los principios a las personas.
Se podrían enumerar un sin fin de razones para explicar el porqué del anonimato. No obstante, evitar el protagonismo y el prestigio individual, prescindiendo para ello de intervenciones personales en medios audiovisuales, quizá sea la más significativa.
No se debe confundir anonimato con ocultismo, ya que los miembros de esta comunidad, convocan continuamente reuniones abiertas y de información pública en hospitales, empresas, colegios, y toda clase de colectivos, donde, a cara descubierta, ofrecen sus testimonios y ayuda a quien pueda necesitarla.
¿QUIEN ES ALCOHÓLICO?
La Organización Mundial de Salud reconoció en la década de los cincuenta al alcoholismo como una enfermedad y como tal, nadie está libre de ella. Alcohólicos Anónimos opina que se trata de una obsesión mental acompañada por una alergia física que afecta a los individuos que la padecen, física, moral y espiritualmente.
Básicamente, el alcohólico es una persona que ha perdido la facultad de controlar la bebida.
A diferencia de los bebedores sociales, ve, como una y otra vez, el deseo de cesar en su ingestión es contrarestado por la impotencia que lo subyuga. Lógicamente esto no ocurre de la noche a la mañana. La manifestación de este síntoma es progresiva, durante la cual, los periodos de abstención se van reduciendo paulatinamente.
¿CÓMO PUEDE USTED SABER SI ES ALCOHÓLICO?
Reconocerse a si mismo como alguien que, cuanto menos, tiene problemas con la bebida, es el primer paso para emprender el camino de la recuperación.
El alcoholismo, considerado también como la enfermedad de la negación, es un padecimiento que conlleva a los afectados a sublevarse irracionalmente contra la idea de sufrirlo.
“Tocar fondo” es un término bastante utilizado por los alcohólicos para definir el momento en que reconocieron su derrota ante la bebida.
Algunas de estas preguntas podrían ayudarle a determinar su resolución:
¿Se emborracha a pesar de no ser ese su deseo? ¿Bebe últimamente por las mañanas? ¿Ha cambiado de marca de bebidas para intentar controlarlas? ¿Ha realizado promesas o fijado fechas para dejar de beber y no lo ha conseguido? ¿Le molesta que le digan que bebe mucho? ¿Rehuye a las escenas que manifiestan problemas alcohólicos? ¿Tiene lagunas mentales –olvidar donde aparcó el coche, dudar de lo hecho la noche anterior…-? ¿Bebe más y disfruta menos? ¿Dice que puede dejar de beber cuando quiera pero no lo intenta? ¿Después de haber bebido, siente arrepentimiento o sentimientos de culpa? ¿Busca tragos extras cuando esta alternando? ¿Se abastece de alcohol cuando va a permanecer en algún lugar donde no pueda conseguirlo? ¿Ha tenido problemas recientemente por causa de la bebida –discusiones familiares, deudas, faltas o retrasos en el trabajo…-?
Si mentalmente ha contestado a dos o más preguntas afirmativamente, puede que esté en dificultades.
UN BREVE TESTIMONIO
“Me llamo Roberto y soy alcohólico. Empecé a beber a los quince años, porque al principio el alcohol me ayudaba a relacionarme y a ocultar mi timidez. Durante algún tiempo disfruté de la bebida en reuniones de amigos donde conocí a la que más tarde sería mi esposa. Terminé mis estudios de Delineación y me casé. Tengo tres hijos ya mayores de los que no disfruté, porque la bebida me lo impidió.
Poco a poco, dejé de gozar del alcohol para pasar a necesitarlo. Perdí el trabajo, tuve varios accidentes de tráfico en los que milagrosamente salvé la vida, y me convertí en un asiduo inquilino de las comisarías y los hospitales.
Puedo asegurarles que a pesar de todo, yo no quería beber. Día tras día me prometía no volver a hacerlo pero sin saber como, a las primeras de cambio ya estaba borracho. Mi mujer no pudo soportar más mi compañía y me abandonó.
La firme idea de que solo quitándome la vida solucionaría mi problema me llevó a tomarme 60 píldoras de “Transilium”. Pero nuevamente la Providencia me salvó la vida.
Estando aún ingresado, recibí la visita de dos hombres que se presentaron como alcohólicos y me ofrecieron su ayuda. El psiquiatra que me atendía los había llamado y desde entonces no dejaron de visitarme. Cuando me dieron el alta vinieron a recogerme y me llevaron a una reunión de Alcohólicos Anónimos. De esto hace ahora once años y desde entonces no he vuelto a beber.
Recuperé a mi mujer y mis hijos. Encontré un nuevo trabajo y hoy día soy feliz sin depender de la bebida.
HAY UNA SOLUCIÓN
El alcoholismo, como tal enfermedad, es incurable, progresiva y fatal. Una vez que se es alcohólico, se es para siempre. Pero tranquilos, esto no quiere decir que los afectados estén condenados sin remisión a la muerte o la locura. Ni mucho menos. Al igual que otras muchas enfermedades incurables –la diabetes por ejemplo-, el alcoholismo también puede detenerse. Para ello es fundamental no ingerir ni una sola gota de alcohol.
Para un alcohólico esto es de vital importancia. Sirva como ejemplo la locomotora que una vez que inicia su recorrido, arrastra tras de si a un innumerable número de vagones. Algo así ocurre con el alcohólico. Una vez que ha tomado la primera copa, se desencadena el él un deseo incontrolable de tomar otra más y otra, y otra…
Alcohólicos Anónimos sugiere a todo el que acude en su ayuda, que inicie su recuperación en breves periodos de 24 horas. Cualquier persona, por muy alcohólico que sea puede mantenerse sin beber durante un día. Además, todos sabemos que ayer pasó y que mañana no ha llegado, por tanto sólo queda el día de hoy. A partir de ahí, admitir la impotencia ante el alcohol, asistir a las reuniones semanales, y practicar el Programa de Doce Pasos sugerido, ayudará a cualquiera que se lo proponga a salir de su particular infierno. Esto último lo testimonian millones de personas en el mundo entero, que encontraron la solución a su problema con la bebida en los Grupos de A.A.






