Desde octubre de 2011, las plantillas de los astilleros de la Bahía, emprendieron un camino de movilizaciones, alternándolas con las negociaciones, en reivindicación de la carga de trabajo suficiente para consolidar el presente y proyectar el futuro de esta zona y la ciudad de San Fernando. Un futuro que no se ve claro y que no ha visto materializado ni los proyectados BAM ni los gaseros.

El comité de Navantia, asegura que "en dicho camino se han llevado a cabo todo tipo de movilizaciones. Siempre con el convencimiento de conseguir el objetivo final de tener ese presente y un futuro en el que Navantia, como empresa pública, cumpla su función fundamental que no es otra que la de crear empleo y riqueza en esta zona·.

"La salida a esta situación, es conseguir la contratación suficiente a través de las posibilidades anunciadas; gaseros, segunda fase de los BAM (Buques de Acción Marítima); Venezuela, Catar, etc. Todos han sido contratos utilizados por los gobiernos, anterior y actual, para su conveniencia política, sin el compromiso suficiente para llevarlos a cabo", destaca el comité de empresa.

Otra manifestación por la falta de carga de trabajo
Los trabajadores avisan que "una vez más, y no será la última si no conseguimos la carga de trabajo, llevaremos a cabo una manifestación, reivindicativa y legal. Este jueves día 19 de diciembre, saldremos desde el centro de Navantia San Fernando, a las 17.30 horas en dirección hacia la ciudad. La manifestación terminará en la Plaza del Rey de San Fernando a las 19.00 horas".

Y añaden que "con esta movilización, unida a las que se llevarán a cabo en todos los centros del grupo, estamos seguros que alcanzaremos el objetivo. Si no ocurre así, no descartamos seguir en este camino de presión hacia el ámbito político".

Desacuerdo con las medidas de la Subdelegación del Gobierno

Por último, "los trabajadores y trabajadoras de Navantia San Fernando no estamos de acuerdo con las actitudes, maneras y medidas, que se toman desde la Subdelegación del Gobierno en nuestra provincia. Las movilizaciones no son un fin, deben ser un medio para conseguir poner en valor las reivindicaciones, pero, desde las instancias públicas tampoco las deben valorar de manera absoluta. A los trabajadores y trabajadoras, a los representantes sindicales no nos gusta movilizarnos. Utilizamos esa expresión para hacer llegar el mensaje. A veces, no acertamos en esas movilizaciones, pero ello no debe ser excusa para imponer, por la fuerza, una ley que debe ser flexible. Encontremos un camino común para que los ciudadanos puedan expresarse libremente sin ningún tipo de represión ni la necesidad de usar 'cabezas de
turco'. El ejemplo se da de otra forma", concluyen.