Publicado el: Dom, 21 Ene, 2018
Opinión

Resplandores de Juan de Portoplano

Foto. Peque Vigo.

Ese día, el de Portoplano, no anduvo mucho, estaba cansado por fuera y por dentro. En una plaza con unos pequeños jardines al lado de su hogar, se sentó. Y allí, como siempre observaba lo de dentro y lo de fuera, y sin quererlo, le fluían ríos de pensamientos-ideas-conceptos-recuerdos-enunciados-frases. E Intentaba poner orden, es decir, racionalidad-prudencia-verdad-bondad-belleza en ese conjunto de pájaros que fluían-volaban desde dentro a fuera, desde fuera adentro.

Captar el mundo de forma adecuada: con conocimiento correcto y saber ortodoxo, con sensibilidad adecuada, con moralidad conveniente, con inteligencia despierta.

Caemos en alguno de los placeres-pasiones-deseos-pulsiones-instintos sin racionalidad, sin prudencia, y al principio, creemos que nos vienen muchas satisfacciones, pero después, a la larga, y medio plazo, nos vienen muchas insatisfacciones, sufrimientos, penas y angustias, para nosotros y para los cercanos y para los lejanos. Y después, les echamos la culpa a los otros, a la sociedad, al Estado, incluso a Dios, en vez de ser conscientes, que caímos en una pasión desordenada, o en una pasión que radicalizamos su práctica o la materializamos de forma incorrecta o con personas inadecuadas....

Hoy, hoy el mundo, necesita más ética y moral correcta, hoy más que nunca. Hoy, que los Derechos Humanos están en casi todas las Constituciones, el actuar y pensar de los individuos, la mayoría caen o caemos, unos en un error moral, otros, otros en otro. Y así, ha devenido tanta angustia y pena, sin razón de ser, cuándo jamás la humanidad ha progresado tanto, tanto en derechos de todo tipo.

No se puede tener a cientos de millones de seres humanos malviviendo, muriéndose de hambre o de guerras sin sentido o de epidemias ya resueltas, porque esto tarde o temprano será el polvorín que hará estallar el mundo...

¿Qué los robots hagan casi todo el trabajo, los humanes reduzcan ostensiblemente sus horas de trabajo cada día, todo ser humano tenga un puesto de trabajo y, que el Estado Mundial se ocupe de ofrecer más estado de bienestar...?

Jamás el ser humano, el pueblo, ha tenido tantos derechos y libertades como ahora dispone, en la teoría y en la práctica. Jamás en miles y miles y docenas de miles de años. Y la mayoría de personas se quejan de una cosa o de otra, o no están satisfechos de sus vidas y existencias.

¿Con tantos derechos y tanto estado de bienestar, en casi todos los países y sociedades del mundo, cómo existen ochocientos mil suicidios en el mundo al año, según la OMS?

¿Con tantas noticias, información, datos, argumentos, razones, problemas, imágenes, sonidos que el ser humano percibe y recibe cada día, el ser humano se siente perdido en un mar de información? ¿Y le cuesta mucho trabajo de mirarse a sí mismo, con paciencia y sosiego, no tiene que irse a Oriente, simplemente, cada día, obligarse a sentarse en su sillón o tresillo, y no leer, no recibir ninguna información, sino solo en silencio dejar que su mente le hable...? ¿Y así, un rato cada día, pertenezca al pueblo, a los estratos de las elites de la sociedad...?

Mirar con la mayor tranquilidad posible. Mirar, en silencio, y poco a poco, te va llegando el sosiego y la tranquilidad...

Apacentar de forma correcta el rebaño interior que portas, pasiones y deseos y sentimientos y recuerdos y conceptos y hechos y datos y emociones e instintos y... Armonizarlos en su ser, en su estructura y entidad, ni darles mucha importancia, ni darles poca, organizarlos de forma equilibrada entre sí. Apacentar de forma correcta el rebajo que cada ser lleva dentro, el polvorín que cada uno arrastra por dentro...

Que los traumas que soportas, te hayan sucedido a ti mismo, les hayan sucedido a tu familia, léase abuelos o bisabuelas o tíos, ten prudencia con ellos, racionalízalos, no permitas que te arrastren al volcán de la desdicha-odio-rencor-pena. O que un mal, si no se cura, o al menos se medio cura, te arrastre a otro mal, y muchas veces, tu trauma acabe causando otros traumas a otras personas, muchas veces, descendientes tuyos o familiares cercanos.

Tu trauma que no has racionalizado, se junta con el trauma de otra persona, esposo o esposa, y la familia salta por los aires.

La sexualidad es un enorme tren, una enorme fuerza que el ser humano, que todo ser viviente en este planeta dispone. Eres un ser humano con inteligencia, saber, voluntad, libertad, racionalidad, moralidad. Por tanto, apacienta de forma correcta y adecuada la sexualidad. No dejes que la sexualidad te coma, te consuma de un modo o de otro, sé tú el que de forma racional y moral y libre y verdad y bondad y con buena voluntad quién dirige a tu sexualidad y la sexualidad, no al revés.

Que la excesiva obesidad sea un mal sanitario y en varios sentidos, no se debe obviar, pero eso no debe en ningún momento, atacar o denigrar o minusvalorar o ningunear o marginar a una persona obesa. Igual que no se hace con alguien que tenga un brazo roto o peritonitis o cáncer. Pues lo mismo en el resto de cuestiones psicomorales existentes, en los siete pecados capitales o errores morales graves. No tenemos que admitir que todas las prácticas morales son correctas, pero hay que tener un enorme respeto, con la persona concreta que ha caído en un error moral. No puedo admitir tal o cual cosa, a nivel teórico, pero con la persona que ha caído en ese error, no puedo denigrarla, sino invitarla que asista al especialista psicológico, sanitario, ético, etc.

Después de un largo rato, Juan de Portoplano, con sosiego, más despacio de lo normal y de la rutina. Quizás los años, quizás el alma y la psique le pesan ya demasiado, se fue alargando en la sombra hacia su cobijo. Y allí, despacio, plasmar en papel o en audio algunos de los pensamientos que esta mañana le habían nacido.

Sobre el autor

- Sección en la que trataremos temas de actualidad con un sesgo literario-filosófico.

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