Publicado el: Mar, 19 Dic, 2017
Opinión

Citas de Juan de Portoplano

Foto. Peque Vigo.

Aquel día Juan de Portoplano, atravesó las calles de su lugar, deprisa, como si fuese huyendo de algo. De alguna manera, iba huyendo de algo, de él mismo, mejor dicho de los pensamientos-pensares-pesares que en su mente luchaban por estar y no estar.

No conozco a nadie que esté completamente contento con su existir y su existencia. Unos, creen que les sobra algo, otros, creen que les falta algo.

No entiendo a alguien, que insulte a otra persona, y sonría.

Por muchos siglos que pasen, nunca encontraremos explicaciones a los campos de exterminio que han existido en el siglo veinte, surgidos de unas ideologías o de otras.

El siglo veinte ha demostrado hasta la saciedad que los sistemas teóricos que disponemos, especialmente no científicos, los filosóficos-humanísticos-teológicos-ideológicos-culturales son muy deficientes. Porque sin esta explicación y otras, no se puede entender y comprender lo que unos seres humanos hicieron a otros seres humanos en los campos de la muerte de un lugar y de otro.

Cómo puedes imaginar lo no conocido.

O formamos los Estados Unidos de Europa, ya, o Europa se resquebrajará en el desorden, caos, y todas las consecuencias negativas de ello.

Si muere Europa, el mundo habrá perdido algo esencial para la humanidad.

Los recuerdos van cambiando sobre los recuerdos.

Quise ser un autor importante, pero solo he visto en el espejo la sombra de un intento.

Lo contrario al error, no tiene por qué ser siempre la verdad, lo contrario de la verdad, no tiene que ser siempre el error.

No puedo meter todo el universo en una frase.

Muchos creen, que en diez frases han sintetizado la vida y la existencia de la humanidad y de ellos mismos y de los humanos. Yo creo que de momento, eso es imposible.

Creen en diez axiomas o principios o aforismos y ya creen que dominan el universo.

Es inmenso el universo real, inmenso los trillones de trillones de pensamientos e ideas que la humanidad ha tenido o podrá tener.

No te engañes con las palabras, no te engañen con las palabras.

Las palabras si llevan mucha emoción, pueden resultar erróneas o falsas, si no llevan ninguna, pueden ser falsas o erróneas.

Dime qué pensaría un niño de ocho años cuándo fuese llevado al crematorio en Auschwitz.

No puede entender o comprender, que alguien que interviniese en Auschwitz, después de décadas, todavía no se haya arrepentido. Si es así, de qué estamos hechos los hombres, o al menos, algunos hombres. Es para temblar.

No hace tantas décadas, cuándo medio mundo estaba lleno de campos de prisioneros, campos de concentración, campos de exterminio. No hace tanto tiempo, y, esas personas eran iguales que nosotros, tanto los que diseñaron esas soluciones, los que las gestionaron, los que estaban dentro de sus alambradas.

Me gustaría decirte, jamás se volverá a repetir lo de los campos de concentración. Me gustaría decírmelo a mi mismo. Me gustaría creérmelo. Me gustaría estar absolutamente seguro.

Cómo hacer desaparecer la guerra de la faz de la tierra.

He sentido la mar.

No confío en la ideología que no se somete libremente a la autocrítica.

Si en un Parlamento Nacional, sede de la voluntad popular y del pueblo, no se siguen las normas de cortesía y de respeto, aunque se tengan ideas diferentes sobre multitud de temas, estamos llamando a los tambores del caos.

Nunca he sabido nada o casi nada, por eso, toda la vida, me la he pasado escribiendo, intentando indagar para saber algo de algo.

La humildad y la modestia es el gran escudo del ser humano, porque de ese modo, se es consciente de las propias limitaciones, y la de los demás.

Hay días, que el vivir pesa una tonelada, hay otros días que el vivir pesa como una pluma.

¿Qué es mejor vivir y existir y ser ciudadano de un Estado de diez millones de habitantes o de otro de cincuenta o de cien? ¿Entonces por qué quieres dividir un Estado que no llega a cincuenta millones en varios de quince...?

Con una simple ala delta, podrían en el pasado, hace siglos haber volado, un trozo de tela grande, podrían haberles levantado. ¿Pero por qué no fuimos capaces de hacer un parapente durante siglos? ¿Por qué una cosa tan simple, no fuimos capaces de diseñarla, poniendo aunque sea animales...?

Me pregunto, cuántas cosas, sueños, como el de volar, que un simple parapente lo podría haber resuelto, la humanidad no fue capaz de inventarlo o diseñarlo hace siglos. Qué otras cosas nos sucederá lo mismo ahora.

Cuando en los temas de humanidades y filosofía y cultura y de sentido, se puedan construir experimentos, sean éstos de la forma que sean, el mundo habrá dado un salto cualitativo a y en todos los sentidos.

El de Portoplano volvió a hundirse en los huecos de esculturas de paredes de su hogar. Esperando que el día se fuese silenciando, para volver otro. Todavía tener la dicha de que otro amaneciese en el horizonte.

Sobre el autor

- Sección en la que trataremos temas de actualidad con un sesgo literario-filosófico.

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