Publicado el: Dom, 26 Nov, 2017
Opinión

Del yo y del correcto autocontrol de sí mismo

Foto: abdelrahmanhosny.

Existen temas que son difíciles y muy difíciles, este es uno de ellos. Existen temas, que la sociedad-cultura actual y ambiental, no quiere oír de ellos, no les agrada, éste es uno de ellos. Existen temas, que escribas-piensas-plantees lo que sea, sea lo que sea, siempre, nadie o casi nadie estará de acuerdo, unos porque dirán que ese no es el diagnóstico o cuestión, otros, porque estando de acuerdo con la problemática, no estarán con las posibles soluciones, y éste es uno de ellos.

En definitiva, escribir-redactar-pensar sobre estos temas, estás abocado, a la negación de los otros sujetos, estás abocado, a que dejen de leerte, los tres que lo hacen, en vez de tres al final, solo tendrás uno, quizás, por casualidad... pero, creo que como modesto escritor-pensador, en este caso, materializando en modestos artículos, debo hacia mí mismo y hacia la sociedad-humanidad, intentar expresar mi modesta interpretación de la realidad. Que por otro lado, es la que durante siglos y milenios, las grandes cabezas han ido destilando, y que la inmensa de generaciones de seres humanos han ido aceptando...

La primera obligación del ser humano es amarse y quererse a sí mismo de forma correcta, y quizás esto que se da por hecho, sea una de las materias más complejas.

El ser humano debe conocer, lo más y mejor posible, primero su ser, y su ser está formado esencialmente por dos ámbitos-realidades, esencial e indivisiblemente unidas, una, el cuerpo-carne, dos, la psique-mente-cerebro, y según algunos dispone de tres, el alma-espíritu inmortal.

Uno de los graves problemas de hoy, es que las virtudes y valores tradicionales, no son estimados por una parte importante de la población. De tal modo, que una persona puede tener una virtud, y el resto de sus conciudadanos o conocidos, no lo tomen como virtud sino como debilidad. El árbol de virtudes y hábitos positivos admitidos tradicionalmente durante siglos, hoy, en muchos ámbitos, ni se entienden, ni se conocen, ni se admiten, por lo cual, una persona, que pueda tener en mayor o menor grado esas virtudes, no es tomado como virtuoso, sino puede ser estimado como pusilánime, débil, no tener personalidad, etc.

El ser humano igual que desea bienes materiales y otros bienes y debe estimarlos de forma correcta y ordenada y adecuada, también bienes culturales, bienes psicológicos, etc., debe amar el bien moral, lo bueno moral, y por tanto, amar y querer lo que tradicionalmente se denomina la virtud.

Demasiadas veces, no aceptaríamos normas y conductas que a los demás exigimos, no aceptaríamos sacrificios que a los demás exigimos, y cosas semejantes.

Esto aparte de ser una injusticia, es un grave error, de autoconocimiento con uno mismo, de relación e interrelación con los demás seres humanos...

Amarse de forma correcta a uno mismo, conocerse de forma correcta, es utilizar las palabras, los gestos, las miradas de forma correcta, para expresar lo que uno es de forma adecuada, para expresar ante los demás, lo que los demás son de forma correcta y adecuada.

El autocontrol correcto de uno mismo en los actos, según la eficiencia y según la bondad y bien moral, de las miradas, de las palabras, de los gestos muestra un correcto conocimiento del yo y un correcto autocontrol de uno mismo, y por tanto, tratarse a uno mismo de forma adecuada y a los demás.

Cuánto avanzaría el ser humano en correcto autoconocimiento y autosaber, si los grandes libros del pasado, que tratan de estos temas y de moralidad, se editasen ahora mismo con notas a pie de página, con lenguaje actual, con una ortografía correcta, y una edición sin mutilar el texto tradicional más acorde con los tiempos, por ejemplo, no frases tan largas, sino muchos puntos y seguido, situarlos como punto y aparte, numerando párrafos, para la utilización de las actuales plataformas de conocimiento, etc.

Muchas veces, no nos queremos de forma correcta a nosotros mismos, muchas veces, quién nos quiere bien no lo estimamos y valoramos, y quién no nos quiere bien, lo valoramos y estimamos más.

Muchas veces, la persona de buena voluntad, aunque no sea perfecta, pero podemos pensar consciente o inconscientemente, que es mejor que nosotros a nivel moral y ético, pues la rechazamos, sin contar porque tenga otros valores positivos, por ejemplo, más cultura, más estudios, o incluso viva social y económicamente mejor...

Sosegar y equilibrar y armonizar el cuerpo-carne para sosegar la mente-psique y sosegar la psique-mente para sosegar el cuerpo. Ambas realidades al mismo tiempo.

El cuerpo entendido como las pasiones-deseos-pulsiones-libidos-emociones y la psique mente como armonizar la voluntad-libertad-razón-creatividad-imaginación-entendimiento-etc.

El mundo que denominamos metafísico o el mundo del espíritu y de la espiritualidad y de la religiosidad, debemos entender, que es un mundo muy simple y muy complejo. En el mundo actual y de siempre han existido docenas, si no cientos de formulaciones espirituales, por lo cual, no todas las espiritualidades-religiosidades son o tienen el mismo nivel de moralidad y por tanto, de correcto autoconocimiento del ser humano...

Dicho de otro modo, muchos seres humanos, a lo largo de los siglos, se han perdido en espiritualidades-religiosidades-metafísicas erróneas, o con aspectos erróneos conceptuales, y con aspectos erróneos éticamente...

Por lo cual un correcto autoconocimiento de sí mismo y un correcto autocontrol exige un conocimiento correcto y adecuado y lo más verdadero y con las máximas garantías de este mundo del alma-espíritu, diferente de la psique-mente-cerebro.

No hay que olvidar que aunque hay que estimar a las demás personas, no hay que olvidar que demasiados seres humanos han caído en un mal o en otro, en un tipo de error moral u otro, por lo cual, sé prudente, con los actos y las palabras y los deseos y las emociones de los demás, porque si han caído ellos o ellas en algún error, no vayan a ti, a llevarte al mismo error. Ten cuidado con los actos propios, pero también con los de los demás, de los deseos propios pero también de los demás. Por tanto no caigas en ningún mal que nazca de ti, pero no caigas en ningún mal que nazca de otros.

Para terminar sigue el adagio antiguo, sé prudente en el hacer, sé prudente en el desear, sé prudente en el hablar, sé prudente en todo, y así de ese modo, tendrás mejor propiedad sobre ti mismo, y así de ese modo, conocerás mejor a los otros, y así de ese modo, los demás no te manipularán con sus deseos-pasiones-emociones-actos desordenados e incorrectos.

Sobre el autor

- Sección en la que trataremos temas de actualidad con un sesgo literario-filosófico.

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