Foto, Ahorradoras.com

¡Hola a todos! Hoy os traigo cuatro increíbles manualidades que harán de nuestra casa un punto de referencia para la astronomía y las matemáticas. Las cuatro son muy sencillas de hacer, y para su elaboración emplearemos materiales que solemos encontrar por casa a la espera de una segunda vida útil; una perfecta oportunidad de confirmar el aforismo de que jugando también se puede aprender.

La primera de las cuatro manualidades es una lámpara de estrellas con la que podremos distinguir las diferentes constelaciones. Todo lo que necesitaremos será: un tarro de cristal de boca ancha (los de conservas ofrecen el tamaño perfecto), una bandeja o molde de aluminio desechable y una fuente de luz pequeña.

Lo primero que debemos hacer es cortar la parte posterior de la bandeja de aluminio y extenderla. Una vez recortada, le practicaremos unos pequeños agujeros con la ayuda de unas tijeras. Aquí es donde aparece nuestra amiga la astronomía: para perforar los orificios os recomiendo que sigáis un patrón de las constelaciones, de manera que cuando después encendamos nuestra lámpara será como si estuviésemos viendo el cielo realmente.  Una vez realizado este paso, ya solo queda introducir la base de la bandeja agujereada en nuestro tarro, rodeando toda la parte lateral, e insertar la fuente de luz en la parte inferior. Nuestra lámpara de estrellas está lista para que podamos disfrutar conociendo la posición de los astros en el firmamento.

La siguiente construcción casera que os propongo nos va a trasladar directos al centro del universo: os voy a enseñar a crear un cuadro de una nebulosa. Para ello necesitaremos un lienzo blanco (el tamaño queda a vuestra elección), ceras en azul, morado, negro, negro, blanco y rosa, una pistola de silicona y un secador de pelo.

-El primer paso es pegar las ceras en la parte superior del lienzo ayudándonos de la pistola de silicona. Debemos colocar los colores de manera alterna, de tal modo que no haya dos iguales juntos. Una vez allí los dejamos secar un par de minutos para que se queden completamente adheridos al lienzo. Seguidamente, aplicaremos calor con el secador de pelo y, a máxima potencia y hacia abajo, lo dirigiremos hacia las puntas de las ceras. Veremos como poco a poco se van derritiendo y los colores se van mezclando de manera aleatoria creando la forma de una auténtica nebulosa.

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La tercera de las propuestas está relacionada con el mundo de los números y la probabilidad, y es nada más y nada menos que una ruleta. Este juego, cuyo origen se remonta al siglo XVII, siempre ha sido uno de los desafíos para los amantes de los guarismos.  Allá por los años 70,  Doyne Farmer fue el primero en imponerse a la "casa", aplicando sus conocimientos matemáticos para calcular la trayectoria de la pequeña bola de marfil a lo largo de la circunferencia giratoria. Desde luego, las fórmulas empleadas para llegar a estos resultados requieren de habilidades matemáticas como las de Farmer, pero si queréis probar en casa tomad nota de los siguientes materiales para su construcción: cartón, una base de madera fina para el soporte, una bola y lápices de colores para hacer los separados.

Sobre el cartón dibujaremos y recortaremos un círculo perfecto que dividiremos en 36 segmentos desde el centro, numerándolos. En el centro colocaremos y pegaremos con silicona un pequeño tirador para poder girar nuestra ruleta, mientras que en cada segmento colocaremos los lápices de colores (o cualquier otro material que os guste y no sea plano), que funcionarán como separadores para que la bola se pose en un determinado número. Para el soporte lo mejor sería fijar por la trasera una base fina de madera en el centro, pero podéis emplear cualquier soporte que tengáis a mano y que no sea demasiado endeble. Ahora sólo nos quedaría decorar de manera personalizada nuestra ruleta y, ¡a jugar!

Finalmente, como cuarta manualidad os voy a enseñar a fabricar un ábaco: un instrumento con el que se pueden realizar operaciones sencillas y que cuenta incluso con un Campeonato Mundial de Cálculo. Para su elaboración necesitamos 50 tapones de colores (10 de cada color), 5 palitos de madera (los que usan para cocinar brochetas van genial) y dos cilindros delgados de cartón o plástico.

Lo primero que debemos hacer es perforar el centro de los tapones con la ayuda de unas tijeras o una punta. Tras esto, deberemos introducir cada grupo de colores en un palito y una vez que todos están dentro, clavaremos los extremos del palo a nuestro cilindro de cartón o plástico. ¡Y listo! Ya podemos comenzar a contar. Para hacerlo más vistoso podemos pintar y decorar los tapones y los cilindros de cartón; incluso podemos pintar los palitos: eso sí, recordad  en este caso ponerle algo más de maña, por lo fino de su grosor.