Publicado el: Lun, 20 Feb, 2017
Opinión

El reencuentro

Hoy evoco tus recuerdos como hago cada día... Aún recuerdo el momento en el que decidimos separarnos; lo que no acierto a encontrar son los motivos que nos llevaron a ello. Tal vez, sea porque nunca quise hacerlo, porque tus ojos me contaron que sentían lo mismo. A veces, el viento sopla tan fuerte que no importa qué dirección quieras tomar, pues inevitablemente, será la de su inercia al pasar...

Desde aquel instante, cada paso que he dado en mi vida ha estado envuelto por tu olor, por tus risas en mi oído y nuestros sueños incumplidos... Comprendí entonces qué significa ser un "alma en pena", pues así me he sentido en la distancia que año tras año nos ha ido separando; es difícil ser plenamente feliz cuando la mitad de tu ser se encuentra a un infinito de ti...

Construí una familia que, irónicamente, ha sido el motor tras mis noches en vela, tras los sueños que en el mundo onírico he podido realizar a tu lado. Un amor incondicional que me ha mantenido fuerte ante la tempestad que, inútilmente, he querido franquear...

Sin embargo, alguien me dijo que ni siquiera el sentido común puede separar a dos almas gemelas; pase lo que pase, el Universo moverá sus hilos contra nuestra voluntad (quizás, falsa voluntad), para que, cuando menos lo esperemos, todo fluya de la forma que no pudo hacerlo años atrás.

Y no importa si el amor será de juventud o para terminar de acompañarnos al final de nuestra vida terrenal, pues cuando crucemos a la otra vida, siempre nos quedará la eternidad; no tiene sentido sentirse perdidos al caminar en sentido opuesto, porque la Tierra es redonda y, más tarde o más temprano, el tiempo vendrá a unirnos en lo nuestro...

Hoy mis letras son el reflejo de más personas de las que estarán dispuestas a reconocerlo, pues en esta sociedad prima la mente, e incluso el corazón, antes que el alma y toda su razón. Hoy me siento frente a mis recuerdos y me vuelvo a preguntar...dónde estás, si me pensarás como yo, si sigue existiendo esa sonrisa en tu rostro que un día me enamoró... De repente, un susurro inesperado se cuela en mi oído para decirme que estás aquí, donde siempre estuviste...siempre a mi lado...

Y este el mejor segundo de mi "hoy", cuando el mejor recuerdo es que no paré de caminar, de buscarte en otros ojos, de encontrarte de nuevo en los míos, de escucharte en otros labios, de sentir el vacío de tu olvido; no dejé de imaginar el reencuentro de nuestras almas, el contacto con tu mirada, la sensación de tu piel mojada...; no deseché jamás la idea de volverte a besar, caminar de la mano y detenernos para gritar nuestra libertad... Por eso, hoy, como ayer y hasta la eternidad, al fin podemos cumplir los sueños que, durante tanto tiempo, anhelamos hacer realidad.

 

Sobre el autor

- Escritora, maestra y loca soñadora. Con el firme objetivo de ser feliz a cada segundo y compartir con el mundo cada sonrisa, cada sueño y cada aprendizaje que el Universo nos permite experimentar.

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