Publicado el: Mié, 6 Jul, 2016
Opinión

Querida adrenalina

El Castillo de San Fernando. familia completaBuenas, queridos seguidores de mis retales. Una vez más, me presento ante el lápiz y el papel metafóricamente hablando, porque en realidad es el teclado y la pantalla, para hablarles de mi adrenalina. En momentos como este, mi cabeza desarrolla una sustancia llamada adrenalina, que no sé muy bien cómo se desarrolla en mi cabeza, pero si sé que cuando este ocurre, tengo una sensación de vértigo en positivo, es como cuando vas subiendo la cuesta en el vagón de la montaña rusa y estás a punto de lanzarte a máxima velocidad, respiración alterada, pulsaciones altas, energía positiva. En fin… una sensación que más de una vez todos nosotros hemos notado alguna vez en nuestro interior. Por lo normal, vienen precedidas a las vacaciones de verano, aprobar un examen o una celebración tipo boda (pese a lo que digan algunos, creo que tiene que ser una experiencia maravillosa).

Es una sensación especial única y que al menos a mí, me encanta tener muy a menudo. Es tal los chupinazos que me da a mí la adrenalina, que rozo la locura y hago cosas que cualquiera que las ve, me cataloga ipso facto como paranoico, majaron o carajote. En este estado de euforia, se es capaz de cada cosa, que no ves límite a nada, te atreves con todo, quieres algo y vas a por ello, te caes y te levantas, te insultan y te resbala. Eres como un pequeño acorazado indestructible que nada de lo que te puedan decir o hacer pueda hacerte daño.

Por otro lado, esta sensación a otro sector de los que te rodea, les hace sentir mejor, eres capaz de mejorar su estado de ánimo, contagias energía y ganas de vivir, te llaman por teléfono cada cinco minutos y aun te sobran energías para poder agradar las peticiones de estos. A lo que al ver sus caras de felicidad te sientes mejor aun y más adrenalina para el cuerpo. Y ojo, te pasan cosas malas, no digo que todo sea de color de rosa, problemas en el trabajo, algún contratiempo que no esperabas, alguna noticia no agradable que te llega. Pero nada ni nadie, puede hacer que esa euforia y estado baje.

Ya quisiera yo estar así toda la vida, pero imagino que no podrá ser. Imagino que una mañana me levantaré más cansado de lo habitual, con menos ganas de ayudar o de hacer cosas por los demás, que la cosas más ínfima del mundo, se me haga una montaña, que me cueste respirar y me amargue enormemente por lo que no tengo, en vez de sentirme alegre por lo que tengo, o sea seguir los pasos que marca esta sociedad y en lo que creo en que nos quieren convertir, con baja autoestima porque no puedo tener la perfección absoluta dinero poder y belleza.

Yo de momento, si voy a estar con mi adrenalina acostándome cada noche y levantándome con ella cada mañana, mientras me dure el motivo por el cual me siento así, mientras mi cabeza no olvide la razón de porque esta así, y no es porque haya aprobado ningún examen, ni porque se case uno de mis mejores amigos, ni porque me queden días para empezar las vacaciones. El motivo de estar así que no es otro, que tener la oportunidad, de poder seguir disfrutando de un familiar al que tengo muchísimo cariño. Gracias vida, por seguir dándome esta maravilla. Gracias Antonio por lo que has sido y sigue siendo para mí.

Sobre el autor

- Son relatos cortos, opiniones o experiencias vividas desde la humilde opinión de quien les escribe. No deseo debatir, criticar, tener la razón. Me basta con compartir sentimientos e intentar a la vez sensibilizar al lector.

Mostrando 1 comentario
  1. Juan dice:

    Precioso Raul......enhorabuena por este pedazo de pedazo

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