Publicado el: Lun, 20 Jun, 2016
Opinión

Un hueco para las mascotas

El abandono de perros en verano es una plaga aún en España.

El abandono de perros en verano es una plaga aún en España.

Es verano, y en el asfalto de la solitaria carretera se refleja al fondo de la misma, el típico espejismo del charco de agua. El propio alquitrán absorbe todo el sol posible creando un calor de cerca de cuarenta grados. Como fondo a tan solitario paraje, un coro de chicharras hace un ruido ensordecedor, sin descanso posible hasta el anochecer. Pero aún es la sobremesa, y bajo el peso del día, se mueve algo en línea con el arcén; no es un engaño de la vista, es un perro que deambula sin rumbo fijo en busca de algo para llevarse al estómago. Es uno de los cientos de canes que se regalan en navidades, cumpleaños y demás fiestas para el crío de turno, en un día inolvidable de alegría para humanos y cachorro, de la llegada de un nuevo amigo, en su más tierna y traviesa infancia. Pero esos días han quedado lejos, ahora es un estorbo, aquellos niños que realmente querían un peluche que se moviera, ahora se encuentran cansados de tanta responsabilidad, y los adultos, no calcularon lo caro que resultaba tener una mascota en condiciones, con sus vacunas y demás, en total, todos los miembros de la familia se han dado cuenta de lo que amarra el perro de cara a poder irte de vacaciones, a la playa o un fin de semana en el campo. Ahora con el calor, son momentos tristes que se reflejan en la mirada del can, que siempre fue fiel a sus amigos, y no comprende como ha venido a parar aquí.

Hay playa de sobra para todos, abrir una puerta a un nuevo sector turístico no vendría mal a la ciudad.

Hay playa de sobra para todos, abrir una puerta a un nuevo sector turístico no vendría mal a la ciudad.

Ha llegado junio, y una vez más, con vergüenza, veremos cómo España se convierte en país de Europa número uno en el podio de abandono de mascotas. En el caso concreto de los perros, con los que se llega a 150.000 ejemplares tirados a su suerte, en cualquier parte de la piel de toro. Pero no solo son los canes los que sufren esta lacra, todas las mascotas posibles e imaginables son igualmente víctimas de estos desaprensivos sin corazón alguno: gatos, aves y pájaros de todo tipo, y lo que es peor, fauna exótica, como serpientes, e incluso cocodrilos (que han crecido y se han vuelto incontrolables) y se han llegado a avistar y capturar por la Guardia Civil en algunas lagunas, como la de Tollos en Jerez. Hoy en día el abandono de animales está penado, y yo, sin entender mucho sobre leyes, también creo, que a alguno que se le haya pillado, también le caerá algún tipo de sanción en lo que se refiere a la introducción de fauna exótica en un determinado ecosistema, poniéndolo en riesgo. Hay varios ejemplos claros de esto que cuento: uno muy cercano, en Cádiz capital, donde las cotorras argentinas han colonizado toda clase de parques y jardines, aunque su impacto no es mayor que los dos casos siguientes. Otro bastante más lejano, ocurre en los pantanos de Florida, donde hay una auténtica plaga de boas y pitones (las mascotas de moda por la zona) que golpean de pleno a la fauna local, incluyendo a los caimanes, a los que llegan a matar. Por supuesto, no hace falta decir, para los humanos también suponen un peligro. Pero volviendo a los perros, lo normal es que muchos acaben en perreras, atropellados o muertos por distintas circunstancias, pues son animales acomodados, que no están acostumbrados a buscarse la vida, y todo lo exterior, es realmente un medio hostil para ellos. Pero tampoco crean que su abandono no supone un impacto, son animales inteligentes, y tienen carácter gregario, por lo que muchos de ellos, en territorios rurales suelen unirse y formar una auténtica manada que puede ocasionar estragos en los rebaños de la zona, creando un auténtico problema económico para determinado sector, y el peligro de unos animales, que a diferencia de los lobos, no temen al ser humano. Los perros ocupan el nicho ecológico que le corresponden a sus ancestros en su ausencia, pero no son capaces de prosperar con la presencia de éstos, pues son animales más potentes y mejor adaptados a la vida salvaje. Es éste un ejemplo de cómo se debe cuidar todo el medio, incluido a los superpredadores, que controlan poblaciones de todo tipo de animales por debajo de su cadena trófica, y echa del medio a los que no son propios del lugar, y se pueden convertir en una plaga.

No hay pueblo o ciudad, que en sus rincones no se encuentren animales abandonados, no obstante, los gatos se adaptan mejor a la vida en la "calle".

No hay pueblo o ciudad, que en sus rincones no se encuentren animales abandonados, no obstante, los gatos se adaptan mejor a la vida en la "calle".

No obstante, hay un rayo de esperanza en cuanto al abandono de mascotas: cada vez más hoteles, pensiones, campings y demás, aceptan ya la presencia de animales de compañía. Por lo que ya no amarra tanto a sus dueños que se los pueden llevar en sus vacaciones. Por otro lado, quiero creer que hay más concienciación que hace años, se nota sobre todo en las generaciones más jóvenes, bastantes más sensibles con sus mascotas. Ahora también, al igual que hay playas para nudistas y textiles, hay lugares que ofertan playas para mascotas. Es algo de justicia, pues hay sitio de sobra para nuestros mejores amigos. No creo, que un pequeño sector, de una enorme playa, haga daño. Pese a lo que digan sus detractores, no suponen impacto alguno para el medio, pues peor golpe le da el número de bañistas que acuden en masa a la playa. Y además, no supone más suciedad que la propia de los seres humanos, que en muchas ocasiones, en lo que es educación cívica deja mucho que desear, dejando la arena hecha unos zorros, de cantidad basura esparcida por la misma. Y por último, y no menos importante, en el plano económico y turístico, es un fenómeno que nuestra ciudad, San Fernando, debe aprovechar, ser pionera, y subirse al tren que los nuevos tiempos nos traen. Playas llenas de hoteles, chiringuitos y paseos marítimos hay muchos a nuestro alrededor. Pero un lugar virgen, y para nuestras mascotas, no hay tantos. Sólo faltan que los establecimientos de hoteleros y hosteleros acepten la presencia de mascotas para que nuestra localidad encuentre un hueco en una ciudad, la nuestra, que realmente es amante de los perros.

Un ejemplo de asilvestración de especie doméstica la tenemos en nuestros parques y jardines, con la Cotorra Argentina.

Un ejemplo de asilvestración de especie doméstica la tenemos en nuestros parques y jardines, con la Cotorra Argentina.

No hay más que darse un paseo por cualquier barrio de La Isla. No podría dar mejor homenaje a uno de los mejores seres que la naturaleza nos ha dado. He vivido catorce años con uno, y he visto en ellos modales más nobles que en los muchos humanos que he conocido. Termino diciendo: No al abandono de mascotas, y (rotundo) a la playa canina. Y si no está de acuerdo, piénselo, y párese a contar cuántas cáscaras de sandía, pipas, y colillas han dejado tiradas los perros en la arena, y cuántas los humanos. A ver quién gana por goleada. Ni son ellos, los que dejan tirados a su dueño, en cualquier lugar. Así de claro.

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