Publicado el: Mar, 26 Abr, 2016
Opinión

Los últimos eslabones

IMG_1199La Hermandad del Resucitado homenajeó a Pedro Plácido Jiménez Perico como Cargador Distinguido en la pasada Cuaresma de 2016, y si emotiva fue la presentación que José Pérez Arellano Pepe el Capi realizara de su figura, aún más lo fue la estruendosa ovación de varios minutos que retumbó en el Centro de Congresos, como creo que jamás haya ocurrido. Estar desde los 17 hasta los 84 años de edad arrimado al paso como cargador y los últimos tiempos con el cántaro, es mérito a reconocer.

Las posteriores entrevistas publicadas por diversos medios de comunicación sobre Perico fueron sustanciosas en sus contenidos, dejándonos destellos de flashes de épocas antiguas, de un tiempo pasado en el que desarrolló su faena bajo los pasos. Historias y formas cargadoras de las cuadrillas tradicionales que los de mayor edad recordarían y, por el contrario, leerían por primera vez los más jóvenes.

Personalizo en Perico, al igual que podría hacerlo en aquellos que cargaron los pasos en la postguerra. Forma de vivir la Semana Santa comprensible a la luz del momento histórico-social de aquellos años. Una carga llena de actitudes y términos que hoy pueden sonar a rancios pero que entonces representaban la normalidad absoluta: jornales pagados por sacar los pasos, comidas a los cargadores antes de las salidas procesionales, convidás de vino en los dos o tres surtidores del recorrido, cigarrillos fumados bajo los pasos, hombres con las caídas levantadas tomando el aire… Términos, conceptos y estampas costumbristas que desaparecieron con la misma fugacidad con que lo hicieron las propias cuadrillas tradicionales.

Y toda esa riqueza de nuestra intrahistoria, en boca y corazón de aquellos modestos cargadores está evaporándose para siempre. Ellos, solo ellos, son los únicos que pueden contarla en primera persona, y se nos están yendo en silencio, sin hacer ruido. Se marchan calladamente, humildemente como vivieron, y no nos estamos dando cuenta. Representan los últimos eslabones que nos unen a la carga antigua, aquella que parió a la actual, la de aquellos hombres que lograron que el estilo de carga creado a partir de los años cuarenta llegara a nuestros días.

Al igual que Perico, aún quedan algunos otros que conservan retazos del pasado en su memoria. Todavía estamos a tiempo de conocer algo más sobre nuestros antecesores y la forma de trabajar de aquellos que nos precedieron en el noble oficio de llevar los pasos.

Sobre el autor

- Alberto Salas Sánchez, es autor de los libros Cargadores de la Isla, (Historia, tradición y anécdotas) y Anecdotario comentado de Semana Santa. Ha ejercido como cargador durante 26 años perteneciendo a las Cuadrillas de Nicolás Carrillo, Mater Amabilis y Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC). En la actualidad es capataz de la JCC.

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