Cartel nuevo del próximo  partido a las 12 horas en Córdoba.

La tensión en el Iberoamericano se libró con un solo gol azulino.

Desde el minuto 1 lo intentó el club isleño con Ñoño, sin acertar en un pase a Martínez "que se colaba solo" pero dominando desde la perspectiva ofensiva. También el San Juan se lanzó al ataque, y hubiese ganado ventaja de no ser por la pasión azulina y el rol de Zamora.

Edgar tuvo su oportunidad, en el minuto 9, pero cabeceó demasiado fuerte hacia arriba. Acto seguido, el lanzamiento de falta de Ñoño que se marchó a la derecha, y concluyendo el primer cuarto de hora una magnífica jugada que Dani Martínez no logró rematar con éxito. En el minuto 22 llegó el momento de Francis. Tampoco, aunque controló la carrera doblegando al portero no encontró el ángulo para marcar.

Mario, protagonista indiscutible hasta el momento, dio paso a Martínez en el 26 para un balón cabeceado tras servicio de Ñoño que acabó en las manos del portero... sólo para que un minuto después, el propio Ñoño marcara el gol de la victoria, en un contragolpe, de vaselina.

Tanto Mario, desde la frontal, como Ñoño una vez más, buscando el palo largo estuvieron a punto de marcar el segundo pero la lucha proseguiría tras el segundo tiempo.

Esta segunda mitad mantuvo aflojó la tensión en las gradas del Iberoamericano. Pese a la profesionalidad de ambos equipos, ni los azulinos lograban rematar, ni sus oponentes constituir el suficiente peligro. Ñoño volvió a la carga con un contra que Jorge no logró culminar. Buen susto el del 67, cuando Espada perdonó el empate enviándola al larguero.

Poco a poco, la tensión fue creciendo en el campo con un San Juan esperanzado y un San Fernando deseoso de rematar, pero el marcador no se movió destacando en el último tramo el jugadón Mario por la derecha que acabó remarado Francis a bocajarro. Salvó el portero el segundo gol, pero la victoria no se la llevó.