Su intención es concurrir a las elecciones bajo el lema ‘Sí se puede San Fernando’. Elaborará para ello un programa desde los cimientos y mediante participación ciudadana “real”.

Con este alentador reclamo consolida su andadura la formación del círculo violeta en San Fernando, la cual, coordinada por Ernesto M. Díaz, convocó a simpatizantes e isleños descontentos en general con las bases del sistema actual, más concretamente en San Fernando donde, aseguran, “nunca ha existido proyecto de ciudad”.

Su intención, no es otra que concentrar todo el apoyo posible “para evitar que lo que conseguimos con la transición se acabe yendo a pique”, tras varios años en los que el descontento ciudadano ha buscado definir sus objetivos. “El estallido del 15M -recordaron- fue el colofón para poner de manifiesto que las masas no somos tan pasivas como nos ha marcado la educación”. Por eso, tras numerosos movimientos sindicales y las famosas “mareas” que cada día velan por diferentes pilares del estado de bienestar, los “indignados” han decidido que “no sólo basta con salir a la calle, sino que además es nuestro compromiso disputar el poder”.

A este respecto, señalaba Díaz la gran movilización de la que España ha sido testigo durante los últimos años y que, ahora, da un paso más, con su “auto-organización”. El objetivo es conquistar el marco institucional pero, al mismo tiempo, no acomodarse en el mismo para justificar lo injustificable, sino “ir más allá”.

Al ser una asamblea abierta no fueron pocas las manos que se alzaron para exponer ideas que la formación apuntó convenientemente en lo que defienden como un proyecto participativo, elaborado por la gente, desde abajo,  y donde el ámbito local es fundamental. Para ello -advierten- es necesaria la unión de todos aquellos que no estén satisfechos con la situación actual, con independencia de su posible pertenencia a esta candidatura de unidad popular, pues “a diferencia de otros partidos no nos regimos por un único discurso impuesto desde arriba”, afirmaron durante el encuentro.

Durante la hora y media que se prolongó la cita se tocaron temas como la educación, la cultura y, por supuesto, el empleo, donde el discurso se focalizó hacia una más que necesaria reactivación de las salinas, el turismo natural y puesta en marcha de proyectos relacionados con el marisqueo. No en vano, uno de los asistentes reconocía abiertamente que “en La Isla tenemos salinas sin sal, esteros sin peces, mucho paro y otra más que me guardo”. Asimismo se denunció la actitud altiva de algunos políticos “que no deberían serlo por poder o por dinero, sino para servirnos a nosotros, porque la política es una vocación”. Una oficina especialmente dedicada a la atención ciudadana -"para que la gente entre hasta la bandera"-, o mayor número de plebiscitos a escala municipal fueron otras de las propuestas que los allí presentes compartieron antes de cerrar el acto, puesto que, en efecto, “soñamos, pero nos tomamos muy en serio nuestros sueños”, advirtieron.

Alejandro Díaz Pinto