Durante el encuentro deportivo.

Sufrida y disputada, aunque airosa y gratificante fue la victoria que el San Fernando CD obtuvo ayer en el Iberoamericano frente al Écija Balompié por 1 gol a 0.

Un logro “vital” para las aspiraciones del equipo que no dejó de superarse a sí mismo y a un rival que tampoco brindó ninguna facilidad. Ya quedó patente desde el inicio, con un primer disparo desviado a la izquierda de Zamora y que, no obstante, pondría en sobre aviso a los azulinos. El Écija no era cualquier equipo. Había que empujar, y fue Ale Granado, pasado el primer cuarto de hora, quien tuvo la primera oportunidad rematando desde la derecha un servicio de Jorge que se fue demasiado alto. Ñoño, como es habitual no tardó en lucirse y a punto estuvo en el 21, pero no pudo recortar al verse solo ante el portero. Insatisfecho, siguió intentándolo por la izquierda previo paso al saque de esquina que acabó con un tiro de Herrero en dirección al cielo. No fue el único momentazo.

Pasada la media hora el gol isleño se presentía. Lástima que nadie estuviera ahí para rematar el córner cerrado de Ñoño en el 32. Sólo cinco minutos más tarde vitoreaban las gradas la gran jugada cuyo remate, por Dani, acabó invalidando el asistente. Así concluía el primer tiempo como preámbulo a una mayor entrega durante el segundo.

Ñoño, dándolo todo desde el principio, provocó que la grada estallase de tal forma que su compañero, Gabi, marcó el primer -y único- gol de la tarde en el Iberoamericano tras un centro de Carlitos desde el pico del área grande. A partir de entonces, todo cuesta arriba. El Écija apretó para buscar el empate pero el San Fernando hizo lo propio y, pese a algún que otro susto, lo intentó con el segundo. Zamora, que no dejó pasar ni una, Dani Martínez, Ñoño, que a punto estuvo en el 72, tras pasearse el balón por el área visitante, no lo consiguieron. Pero no importaba porque lo fundamental ya estaba hecho: los azulinos volvían a la senda del triunfo.