Marisol Foncubierta, el rostro de la superación.

Una mezcla de emoción, solidaridad y admiración fue el complejo sentimiento que inundó el café La Buhardilla este jueves durante la visita de una mujer luchadora como pocas: la isleña Marisol Foncubierta, representante del colectivo 'Agamama' -Asociación Gaditana de Mujeres con Cáncer de Mama- y su nueva iniciativa: 'Crear una oportunidad'.

Marisol ha sufrido cáncer de mama. Se lo detectaron hace varios meses y no tiene ningún complejo a la hora de reconocerlo. A pesar de sufrir duras sesiones de quimioterapia no ha dejado de trabajar, de moverse, en definitiva, de llevar la vida que siempre ha llevado dado que su cuerpo, según cuenta, no ha manifestado síntomas suficientes para frenar esta actividad.

¿Qué es lo que reivindica, pues, en aquellos lugares donde le brindan la oportunidad de alzar la voz?; los problemas de reinserción laboral que afectan a tantas mujeres tras pasar por esta fatídica experiencia. Y es que, pese al optimismo o a la incuestionable cualificación de todas las que, como Marisol, se ven capaces de continuar con su vida, existen unos problemas a los que, desgraciadamente, deben hacer frente. Estos problemas son, por ejemplo, la intransigencia de algunos empresarios ante los días de baja necesarios para aquellas que se encuentran en pleno tratamiento, así como los imprescindibles a la hora de cumplir con posteriores reconocimientos médicos. Estas condiciones no suelen salir rentables para los dirigentes de muchos negocios, quienes, directamente descartan a la trabajadora por esta razón. Otro de los hándicaps es, por ejemplo, las secuelas que muchas de ellas arrastran durante algún tiempo tras salir del duro trance. Secuelas físicas que, hasta cierto punto, las limita a la hora de levantar un peso excesivo, o merma la agilidad que poseían sus brazos hasta el inicio del tratamiento. Esto último es algo que afecta especialmente a las profesionales de la hostelería, quienes, como Marisol, vieron injustamente incrementada la dificultad de encontrar trabajo en un contexto donde ya de por sí es difícil para cualquier persona de a pie ganarse la vida dignamente.

Para combatir estos problemas, Marisol entró en contacto con 'Agamama'. Un frente común de mujeres que pasan o han

Un momento del encuentro en La Buhardilla.

pasado por su misma situación, y que han emprendido una cadena solidaria para crear su propia oportunidad laboral basada en tres pilares fundamentales: la Administración Pública -Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Cádiz-; entidades privadas, como la obra social 'La Caixa' o Fundación 'Cajasol' y la solidaridad de ciudadanos particulares.  La iniciativa, 'Crear una oportunidad', se ha materializado con la apertura de una tienda denominada 'Agamama Reutiliza', ubicada en la calle Parlamento nº 14 de Cádiz. Ésta debe convertirse en un establecimiento rentable antes del mes de noviembre para demostrar que sus encargadas "somos capaces de sostener el negocio", indica Foncubierta. Su objetivo: la creación de productos originales a partir de material reutilizable. La primera de las piezas que hacen posible esta cadena solidaria, es decir, la aportación de las administraciones, se resume en la puesta en marcha de un programa de formación para que las mujeres aprendan a sacar todo el partido a este ilusionante proyecto. Las entidades privadas, por su parte, contribuyen con la donación de mercancías completamente nuevas que, en el caso de los textiles, han pasado a un segundo plano tras el cambio de temporada. El papel más importante es el de los particulares, que ofrecen cantidad de productos de segunda mano para que, a partir de ellos, las impulsoras de la iniciativa creen artísticas piezas, tanto decorativas como utilitarias. En este sentido es especialmente destacable la aportación altruista de ciudadanos que han ofrecido sus conocimientos de artesanía para fabricar nuevos productos, y, lo que es más importante: enseñar a las protagonistas sus secretos para que éstas continúen creándolos.

Algunos de los productos creados por 'Agamama Reutiliza'.

Una importante empresa en la que el grupo de Agamama lleva trabajando desde mayo con una perfecta sincronización. Así, mientras Marisol se encarga de las llamadas 'cajas solidarias', donde los particulares pueden introducir todo lo que no necesiten mientras la isleña promociona el proyecto allá donde le ofrecen la oportunidad, otras compañeras se encargan de enseñar, producir, o difundir la iniciativa a través de las redes sociales. Entre todas van turnándose para que la tienda nunca esté cerrada. Un establecimiento perfecto para encontrar regalos originales y exclusivos, respetuosos con el medio ambiente y que además se pueden realizar bajo encargo o de forma personalizada. Entre los productos que más éxito tienen -el agotamiento de existencias durante la presentación en La Buhardilla dio buena fe de ello-, se encuentran bellas cajitas decorativas en diferentes colores, pulseras, broches, lapiceros, jarrones, baberos para recién nacidos, monederos o saquitos para la merienda cariñosamente bordados a punto de cruz. "Cualquier cosa que se nos ocurre, o que proponen los mismos clientes, es susceptible de ser materializada", indica esta isleña, que no deja de sorprender mientras confiesa los materiales tan dispares que han servido como base a cada uno de estas piezas: desde recipientes de cristal hasta chapas metálicas, pasando por cartones, fragmentos de botellas de plástico e, incluso, cáscaras de cítrico. Cualquiera lo diría. Quizá lo más característico de su mercancía sean las ya famosas 'agamamitas': unos muñecos elaborados a base de textiles de colores que representan cualquier profesión, actividad lúdica, género, edad o características físicas determinadas por la persona que solicita su fabricación.

La gran marea de asistentes al encuentro del jueves quedó conmocionada con esta historia de superación a cuya repercusión en La Isla ha contribuido la sensibilidad de la propietaria del local, Gema Tacón, los integrantes de la plataforma La otra cara de la Isla, siempre implicados en todo tipo de actos solidarios, y el apoyo de formaciones políticas como Izquierda Unida, muchos de cuyos miembros estuvieron presentes durante el acto animando a Marisol Foncubierta. Tampoco faltó a la cita Patricia Cavada en representación del PSOE isleño, así como cabezas visibles de otros colectivos o particulares que hasta allí acudieron a título personal para conocer de cerca la causa. Una de ellas fue Nieves Morano, autora del libro 'Mujer de las mil batallas', quien, tras pasar por una experiencia muy similar, no quiso faltar a la cita para dar un abrazo a la gran protagonista de la noche.

De modo que ya está dicho. Creatividad, solidaridad y oportunidad se funden en el número 14 de Parlamento (Cádiz) como parte de una cadena solidaria que permite a este colectivo femenino demostrar una cualificación intrínseca que ciertos sectores no valoran a causa de prejuicios injustificados.