Publicado el: Mar, 17 Jun, 2014
~Archivo de opinión

Deliciosamente Imperfectos

VpmEl 95 % de los padres se han hecho así mismo esa pregunta en alguna ocasión; ya que los hijos –según apostillan algunos- “vienen con un pan debajo del brazo”, pero nadie dijo donde encontrar el manual de instrucciones.

Cuando una nueva vida llega a una casa, ésta se inunda de alegría y sonrisas, pero al mismo tiempo de incertidumbres, miedos y desvelos. Y todos vamos dudando si lo hacemos bien, desde el mismo momento en que esa criaturita le da la vuelta a tu sueño, a tus ilusiones y proyectos… a tu vida, al fin y al cabo. Poco a poco familiares, amigos y allegados se creen con derecho a juzgar cada paso que uno da, sin valorar si lo que ellos hicieron estuvo o no mal. ¿Por qué damos por hecho que lo realizado por nuestros padres siempre es mejor que lo que hacemos nosotros por nuestros hijos? No quiero con esto atacar ni menospreciar el magnífico trabajo de muchos padres que ya pasan de los sesenta, que sin duda son una fuente de sabiduría e inspiración en todas y cada una de las tareas diarias a realizar. Sin embargo ni todos los hijos son buenos, ni todos los padres santos y sabios. Cometieron, cometen y cometerán errores; unos mayores, otros insignificantes, pero todos ellos presentes de una u otra manera en nuestras vidas ya que aunque algunos no lo sepan…. ¡SÍ! NUESTROS PADRES SON PERSONAS, SERES HUMANOS DELICIOSAMENTE IMPERFECTOS.

De sus errores aprendemos, y con ellos hay veces que sufrimos y otras que nos reímos, pero la cosa cambia cuando eres tú el equivocado, cuando eres tú el que torea situaciones irreales, cuando eres tú quien no entiende cómo has llegado a tener “esos” problemas…

¿Qué haces cuando tu hijo crece y en plena “aborrescencia” (palabro utilizado para calificar cómo algunos padres sienten esa inevitable etapa en la vida de sus hijos)  tu hijo intenta asumir roles que no le corresponden ni por edad ni por situación socio-económica? ¿Cómo deben responder unos padres ante continuos ataques de esa criatura por la que llevan años en desvelos  y sacrificios? Sin duda las “malas rachas” existen y por supuesto tienen siempre una causa, que en ocasiones está en nuestro comportamiento (aunque haya sido el mejor intencionado), a veces en cómo nuestro hijo percibe el mundo, otras en el comportamiento de personas ajenas pero cercanas y la mayoría en la suma de todas las mencionadas.

De este modo…. ¿qué hacer para no equivocarse? ¿Cómo acertar?...DEJEN DE INTENTARLO, YA QUE ES IMPOSIBLE. Yo he tenido unos padres maravillosamente imperfectos, de cuyos errores y consejos he aprendido y aprendo a diario, cuyos esfuerzos sólo son cuantificables con el paso de los años y con los que, a pesar del amor, no siempre estoy de acuerdo. Si desde la madurez de los años puedo afirmar con franqueza que adoro a mis padres, sus errores, sus esfuerzos e incluso nuestras diferencias de opiniones…. ¿quién me dice que nuestros hijos –formando su personalidad- no sienten algo parecido y no saben cómo manejar alguno de esos contradictorios sentimientos?

Sirvan estas letras para animar a todos los padres de adolescentes rebeldes que empiezan a “estropeas” –sin quererlo, eso sí- la armonía del hogar. Sirvan para consolarnos, ya que “mal de muchos, consuelo de tontos”, pero consuelo al fin y al cabo.

Sirvan simple y llanamente como modo de desahogarme, por qué no.

Muchas gracias a todos los lectores y perdón si alguien se ha sentido dolido, ofendido, aludido….

Sobre el autor

- Les pido permiso para entrar en sus hogares y compartir mis inquietudes, mis anhelos, mis vivencias, mis ideas y hasta mi soberbia. Discutamos sanamente, que el mundo es de quienes toman las ideas y les dan la vuelta.

Deja tu opinión

XHTML: Puedes usar las siguientes etiquetas HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>