Publicado el: Jue, 4 Abr, 2013
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El entrenador personal y su labor de "Coach"

personal-trainer-225x300Un entrenamiento adecuado y adaptado a las necesidades de cada persona, es una labor muy compleja que requiere de una extensa recopilación de datos y práctica profesional, para llegar al diseño de un programa de entrenamiento que se ajuste idealmente a los objetivos y necesidades de cada individuo.

Dentro de los condicionantes que deben contener un entrenamiento personalizado y su planificación, están los siguientes:

  • EVALUACIÓN INICIAL

 

Debemos hacer una pequeña entrevista a la persona a la que vamos a preparar. Las variables que deberíamos conocer son las que siguen:

 

  • Peso.

 

  • Edad.

 

  • Objetivos.

 

  • Si alguna vez ha realizado alguna actividad física o deporte. ¿cuál?¿durante cuánto tiempo?¿cuánto tiempo hace?

 

  • Si sufre o ha sufrido alguna patología o intervención quirúrgica.

 

  • Si sigue algún tratamiento y toma algún fármaco.

 

  • Si sigue algunas directrices nutricionales y el objetivo por el cual las sigue.

 

  • Días que dispone para entrenar y las horas en cuestión.

 

  • En el caso de algún problema médico mayor, debemos disponer de un certificado de un facultativo.

 

  • PROGRAMACIÓN DEL ENTRENAMIENTO

 

Es en este momento es cuando debemos valorar profesionalmente las metas que esta persona quiere conseguir y las posibilidades que tiene de conseguirlas. Tenemos que trazar una línea de parámetros de entrenamiento individualizados, respetando las variables que nos ha marcado en la entrevista inicial, sobre todo las patologías y problemas como en grupos especiales, con unos contenidos que vayan encaminados a la consecución de esos objetivos.

 

Habrá que programar de forma general la temporada completa (macrociclo), tras ello, dividirla en períodos de entrenamiento de unas ocho semanas (mesociclo) y dentro de cada mesociclo, tendremos que preparar cada semana de entrenamiento (microciclo).

 

En cada uno de estos momentos de la preparación, deberemos enumerar los objetivos y contenidos, que son los que conformarán la columna vertebral del entrenamiento. Los objetivos primarios serán los del macrociclo, que se supone que coincidirán con el momento álgido de preparación, y los objetivos de los mesociclos y los microciclos, serán medios para llegar a los objetivos principales y generales del macrociclo.

 

Dentro de una misma temporada podríamos tener dos o tres momentos cumbre de preparación, debido a dos o tres competiciones importantes, por lo cual, podemos tener dos o tres macrociclos dentro de una misma temporada, pudiendo durar éstos entre cuatro o seis meses, o incluso el año entero.

 

Los mesociclos durarán entre cuatro y ocho semanas, y los microciclos ya hemos dicho que se corresponden con una semana de entrenamiento. Dentro de cada microciclo se dispondrán las sesiones de entrenamiento, que es donde tendremos más margen de improvisación según la información que nos de la persona que estemos entrenando.

 

  • REVISIÓN PERMANENTE

 

Una vez que el proceso de entrenamiento ha comenzado, el individuo que lo está llevando a cabo comienza a poner en acción unos procesos orgánicos complejos de adaptación a la nueva situación.

 

En este transcurso se puede dar que todos los determinantes fluyan bien, normal, regular, mal, e incluso muy mal. Con ello lo que queremos decir, es que durante todo el proceso de preparación debe haber una revisión y evaluación permanente, observando si se lleva a cabo la consecución de los objetivos específicos de los entrenamientos, microciclos y mesociclos y poner medios, si fuera oportuno, para que todo se suceda de una forma más efectiva. Habrá que indagar en las variables individuales como son la frecuencia cardíaca en reposo y en los esfuerzos, la composición corporal, la fuerza, la resistencia, etc, y sobre la programación analizaremos la intensidad correcta, la frecuencia y la periodización del entrenamiento, el volumen del mismo y el descanso. Todo ello transcurrirá de una manera más correcta y profesional, si trabajamos en paralelo a un médico deportivo que conozca y evalúe desde su posición facultativa cada uno de los pormenores del entrenamiento y las consecuencias de éste sobre el individuo en cuestión.

Actualmente el entrenador personal y su labor, va más allá de un profesional que se dedique a programar el entrenamiento de cada uno de sus alumnos con sus características particulares. La función más importante del entrenador es su rol de asesor del fitness, es un consultor de nuestras prioridades en un estilo  de vida sano, un guía que nos va a marcar un camino lleno de buenas sensaciones y buenos hábitos.

La labor de “Coach” es la que diferencia al buen entrenador personal, que junto a sus competencias técnicas y experiencia harán lo que hoy en día es el entrenador personal moderno.

El “Coaching” para el entrenador personal es una herramienta muy importante que le ayudará a encaminar al alumno en la senda que necesita para obtener sus objetivos. Tenemos que utilizar sistemas de motivación y reforzamientos para que la constancia y la disciplina sean dos ingredientes básicos en la vida de nuestros clientes. Una vez que conozcamos bien a nuestro alumno y sus inclinaciones y necesidades, tendremos que elaborar una lista de prioridades a destacar en la vida de éste para generar el máximo compromiso y responsabilidad. De esta manera lograremos optimizar  e incrementar las sensaciones positivas provocadas por la consecución de objetivos intermedios en la preparación. Realizando una buena labor de coaching, nos estamos garantizando muy buenos resultados en la preparación de nuestros alumnos, ya que el grado de implicación y la participación activa por parte de éstos en los entrenamientos y en la planificación, incrementarán la efectividad del sistema elaborado.

Uno de los factores que solidificaremos con el coaching, es la motivación intrínseca. Esta variable de motivación es la más adecuada para la evidencia de resultados y la consecución del éxito deportivo. No existe un deportista contrastado o un atleta de cierto nivel, el cual, no haya practicado la disciplina que le caracteriza porque le gustan los elementos y las sensaciones que le provoca la misma actividad en sí, no por recompensas ni gratificaciones externas como el dinero,  regalos, etc. El practicante de actividad física que obtiene resultados es por la constancia y la disciplina que anteriormente hemos citado, y esto solamente se obtiene con motivaciones que están dentro de la misma actividad por las peculiaridades que la rodean. Pues la labor de coaching del entrenador personal, debe atender a estos fundamentos y dirigir las motivaciones de nuestros clientes y alumnos a cotas intrínsecas de la actividad concreta y hacer que se “enganchen” a ella, vulgarmente hablando.

 

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